Cuando las familias hacen voluntariado juntas, fortalecen sus vínculos. Comparten un objetivo en común. Los niños aprenden a interesarse por los demás y desarrollan sensibilidad hacia los otros. Aprenden acerca de su comunidad y a trabajar en equipo. ¿Por qué no sentarse en familia y proponer formas para comprometerse a hacer un voluntariado?
Consideren las siguientes actividades voluntarias: