Las reuniones semanales con toda la familia les brinda a tus hijos, sin importa la edad, la oportunidad de aprender el tira y afloja de toda relación positiva. Tus hijos pueden practicar escuchar y preocuparse por los demás, expresar sus puntos de vista y preocupaciones, resolver problemas y negociar lo que quieren. En estas reuniones, los miembros de la familia se dividen los quehaceres, coordinan sus horarios, organizan las comidas para toda la semana, establecen metas y hablan de cualquier asunto que sea importante para la familia.
En la reunión:
Las reglas y decisiones que se han acordado se aplican a todos, incluso a los padres.