Las conversaciones a la hora de la comida estrechan los lazos familiares

Las conversaciones a la hora de la comida estrechan los lazos familiares

estrechan los lazos familiares

La hora de la comida solía ser una “hora sagrada.” Padres e hijos se sentaban a comer juntos todos los días.

Este tiempo “en familia” era muy importante. Y todavía lo es. Aprovecha este espacio de las vacaciones para establecer este hábito antes de regresar a la complicación de horarios en el periodo escolar.

Los adolescentes en particular necesitan tiempo para mantenerse en contacto con los padres. Sin este tiempo especial, los lazos familiares se van debilitando. Los jóvenes sienten menos apoyo de sus padres, se interrumpe la comunicación entre padres e hijos y es más probable que se presenten conflictos y que el rendimiento escolar de su joven empeore. Y para los niños pequeños generar este canal de comunicación apoya la seguridad en sí mismos y su conexión con los padres y hermanos mejora.

Por eso, aprovechen la hora de la comida considerando los siguientes puntos:

  • Hazlo una prioridad. Determinen la hora de las comidas y anótenla en el calendario.
  • Haz que todos participen en la preparación y en la limpieza.
  • Planeen un momento tranquilo y sin interrupciones. Apaguen los teléfonos, la televisión las tablets y la radio.
  • Haz que las conversaciones tengan un tono positivo. No den sermones ni discutan.
  • Dale a cada miembro de la familia la oportunidad de hablar.
  • Haz preguntas específicas sobre la escuela. Anima a tu hijo a que te explique algo que esté aprendiendo y averigua si está teniendo algún problema.
  • Cuéntales a todos cómo fue tu día. Pregúntele qué opina respecto a algún tema.

Permanezcan sentados hasta que todos terminen de comer.

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