Disciplina y consecuencias

Disciplina y consecuencias

Por: Giovanna Pico de Guerra 

¿Aplicas las consecuencias de una forma apropiada a tu hijo?

El aplicar disciplina no significa gritar o castigar, es asegurarte de que tu hijo entiende y aprende de las consecuencias que tendrá si te desobedece.

Responde sí o no a las siguientes preguntas para conocer si estás aplicando el concepto de consecuencias de una forma adecuada:

1. ¿Diseñas reglas justas y las explicas con anticipación en términos simples y entendibles?
Por ejemplo, “Después de jugar y antes de que finalice el día, te pido que guardes los juguetes que sacamos hoy, si decides no hacerlo, los juguetes que queden fuera de su lugar no se podrán usar al día siguiente”.

2. ¿Aplicas las reglas siempre al mismo caso y consistentemente?

3. ¿Las consecuencias a aplicar son congruentes con el tamaño o seriedad de la falta?
Por ejemplo, “No me escuchaste las dos veces que te llamé para irnos, por lo que ahora tendremos menos tiempo para jugar en el parque”.

4. ¿Felicitas el buen comportamiento más frecuente que el señalar los errores?
5. ¿Le has asignado a tu hijo nuevas responsabilidades así como libertades en cuanto estuvo listo y de acuerdo a su edad?
Por ejemplo, “A los 4 años ya pueden bañar su cuerpo solos con un poco de dirección y recoger sus zapatos. A los 5 años pueden dejar listo su uniforme la noche anterior a la escuela”.

¿Cómo te fue? Cada respuesta , significa que estás aplicando el concepto de consecuencias de una forma apropiada. Por cada respuesta no, trata una idea diferente, tomando ejemplos del cuestionario.

“Nadie ha podido o podrá escapar de las consecuencias de sus decisiones.” Alfred A. Montapert

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