Actividades que enseñan paciencia

Actividades que enseñan paciencia

  • Haz esperar a los niños. Cuando le das demasiado a los niños y cuando intervienes para que obtengan muy fácilmente lo que quieren, no les enseñas a ser pacientes.
  • Tómate el tiempo que necesites. Es necesario verificar que tu familia, aunque esté ocupadísima, tenga tiempo para ser paciente con los demás. Ve su calendario de actividades y eliminen algunas si los niños o adultos están sobrecargados.
  • La regla debe ser “Ayudar al que esté atrasado.” Los chicos pueden aprender a ser pacientes si trabajan con alguien que avanza más lentamente. Cuando un miembro de la familia termina sus deberes, o se alista para salir, etc., debe decir en voz alta, “¡Ayuda al que va atrasado!” Cuándo todos respondan, “¿Quién es?”, el miembro de la familia que no ha terminado grita su nombre. ¡Es divertido ir a su rescate!
  • Enseña a tu hijo a “controlarse.” Ayúdalo a reconocer los indicadores de la impaciencia: el golpeteo de los pies; la tensión del cuerpo; el tono de voz más alto y la conversación más rápida; Cuando esto suceda, respirar profundo tres veces. Los chicos deben contar hasta diez, o decirse a sí mismos cosas como, “Cálmate,” “Voy a ser paciente,” “Enojarse no me llevará a nada.”
  • Cría un niño a prueba de estrés. Los chicos son más pacientes cuando comen bien, duermen lo suficiente, hacen ejercicio físico y siguen sus rutinas diarias. Tienen que poder hablar de lo que les molesta y que alguien los escuche.
  • Enseña a tu hijo “a hacer algo nuevo” con mucha paciencia. Dedica todo el tiempo necesario para mostrarle a tu hijo cómo hacer algo nuevo, paso a paso. Luego, observa pacientemente a tu hijo cuando él lo haga.
  • Abre una cuenta de ahorro a nombre de tu hijo. Los niños aprenden que planear, ahorrar y esperar los llevará a obtener algo importante que ellos quieren—mientras que la impulsividad y el “despilfarro” no resultará en nada.
  • Para que los chicos estén dispuestos a esperar, díles: “Quien espera puede obtener lo que quiere.” Luego, debes asegurarte que aquella cosa esperada llegue finalmente (el picnic familiar, la vacación, ese ansiado guante de béisbol).

Repite el viejo refrán, “La paciencia es una señal de madurez” lo que en realidad es verdad.

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