De los millones de personas con pérdida auditiva más de un tercio han sido afectados por el ruido, volumen altos de música o exceso de uso de audífonos.
Los niveles de ruido son medidos en decibeles (dB). Cuanto más fuerte el volumen, mas alto el nivel de decibeles. Una exposición continua a un ruido sobre los 85 decibeles es considerada potencialmente dañina la audición.
Verifica si tu hijo experimentan estas reacciones con el ruido excesivo ya que puede ser potencialmente dañino:
- No puede escuchar el habla de una persona que está a 15 centímetros de distancia
- Tiene que levantar la voz para ser escuchado
- Escucha un sonido agudo y constante en el oído después y durante la exposición al ruido
- Escucha los sonidos apagados
- Oye el sonido pero no puede descifrar las palabras
*¿Qué podemos hacer para proteger la audición de nuestros hijos?
- Evitemos exposición constante y continua a ruidos excesivamente fuertes
- Ubíquense lejos del origen del ruido
- Proporciona descanso a los oidos alternando momentos de silencio con ambientes ruidosos
- Limiten juguetes ruidosos
- Modulen el volumen de los juegos electrónicos
- Habla con tus hijos sobre el volumen en sus reproductores de música, el volumen adecuado debe ser aquel que le permita escuchar a las personas aún con los audífonos y la música puestos.
- Sustituyan los audífonos pequeños dentro del oído por audífonos tipo DJ